HISTORIA DEL DVD.

 la evolución del DVD

Se trata de una iniciativa tecnológica de China.

China, el principal fabricante mundial de reproductores de DVD, ha dado un paso adelante para crear un rival de próxima generación a esos artículos, el EVD, la primera iniciativa que apunta a un posible nuevo patrón de la industria nacional.

La compañía E-world Technology, con sede en Pekín, entidad corporativa del Gobierno respaldada por un consorcio de empresarios y académicos, y dos fabricantes de DVD presentaron el EVD (siglas en ingles de Enhanced Versatile Disc, Disco Versátil Mejorado), de mayor definición.

La decisión también pretende reducir drásticamente lo que los fabricantes nacionales de DVD consideran regalías exorbitantes que deben pagar a un grupo de conglomerados electrónicos japoneses y evitar el exceso de dependencia de la tecnología extranjera.

Sin embargo, el EVD puede no retirar al DVD de su posición dominante por el momento. El Ministerio de la Industria de la Información establecerá un grupo de trabajo este mes para que estudie si se adopta el EVD como el nuevo patrón de la industria nacional, dijo un portavoz del ministerio. No hay un calendario para tomar una decisión.

El DVD es el actual patrón nacional no oficial. Mas de cien fabricantes nacionales de DVD produjeron unos 30 millones de reproductores el año pasado, casi el doble que en 2001, según los medios estatales.

China exportó 20 millones de reproductores en 2002, lo que supone más del 70 por ciento del mercado mundial del DVD.

A finales de 1996 costaban cerca de cien mil pesetas y sólo reproducían discos de una sola cara, que difícilmente permitían incorporar más que un largometraje y un sencillo menú. Hoy, tan sólo diez años después, los sencillos reproductores se venden en cualquier gran superficie a precios de risa y los dispositivos más avanzados incorporan la posibilidad de grabar, compatibilidad con múltiples formatos, discos duros y comunicación inalámbrica. Una evolución constante y acelerada que llega a su máxima expresión con la aparición de los Media Center y los futuros formatos HD DVD y Blu-ray.

Hoy se han convertido en el estándar del vídeo doméstico, pero para llegar a esta situación los reproductores DVD han vivido una auténtica revolución en unos pocos años, han modificado sus prestaciones y diseños para convertirse en dispositivos multifuncionales. Siempre con la idea de ofrecer algo más, los fabricantes han ido incorporando a estos aparatos diferentes funciones y posibilidades.

Primeros pasos

Los primeros reproductores DVD aparecieron en el campo profesional, pero rápidamente saltaron al terreno doméstico donde sus posibilidades fueron aumentando paulatinamente. Los primeros modelos que se incorporaron a los salones sólo podían reproducir discos de una sola cara, con una sola capa de información. De este modo, en estos discos difícilmente cabía más que un largometraje y unos sencillos menús. Después, aparecieron los discos de doble cara, que obligaban al usuario a tener que girar el disco de forma manual a mitad de película. Estos fueron rápidamente sustituidos por los actuales discos DVD que se presentan en diferentes formatos según su capacidad, pudiendo almacenar 4,7 GB (capa sencilla) hasta 8,5 GB (doble capa). Por ello, muchos de los primeros reproductores de DVD han tenido que ser renovados. Esta necesidad de incorporar más y más capacidad viene promovida en parte por las compañías productoras de películas, que buscan en el DVD un soporte que les permita explotar comercialmente otros contenidos vinculados a sus largometrajes, que rápidamente comienzan a conocerse entre los aficionados como los demandados “extras” de las películas. Estos “extras” se convierten en uno de los principales argumentos de venta de los reproductores DVD, después de la calidad de imagen y sonido.

En cuanto a conectividad, la evolución ha sido mucho menor, ya que la mayoría de los primeros modelos ya integraban las clásicas conexiones de sonido y vídeo que tienen los dispositivos actuales. SCART, vídeo compuesto e incluso conexiones especiales para dispositivos de sonido (Home Cinema) son comunes desde los primeros modelos.

El que el DVD se haya convertido en el estándar de la industria del vídeo doméstico ha llevado a una feroz competencia en el mercado por parte de los fabricantes. Como resultado de esta situación se ha producido una impresionante y acelerada bajada de precios. De este modo, de las cien mil pesetas que podía llegar a costar uno de estos simples reproductores en 1996, hoy podemos encontrar modelos sencillos, pero tecnológicamente mucho más avanzados que estos primeros, a precios inferiores a 30 euros. Esta situación ha obligado a todos los fabricantes a introducir elementos diferenciales para conseguir competir, ofreciendo productos innovadores.

Compatibilidad y prestaciones

Después de la mera reproducción de películas originales llegó la posibilidad de visualizar cualquier tipo de contenidos en todo tipo de discos, ya fueran CD, DVD o cualquiera de sus versiones grabables o regrabables. Fue el momento en que el DVD se unía al ámbito informático como estándar y se vivió la confusión en torno a las compatibilidades de discos: +R, -R, +/-R, RW, etc.… Los fabricantes perseguían diferentes estándares con la idea de convertir el suyo en el más popular. Finalmente el mercado volvió a demostrar que la compatibilidad con todos los formatos era lo que los usuarios demandaban, sobre todo en el terreno de la informática. Así, a todo esto se le sumó la compatibilidad con diferentes tipos de archivos. Además de reproducir MPEG-2 y discos de música, comenzaba a ser necesario el poder visualizar imágenes o reproducir música comprimida. Así, pronto aparecieron los reproductores capaces de reproducir imágenes (JPEG), archivos de música digital comprimida (MP3), para más tarde incorporar la compatibilidad con los archivos DivX, que son el referente de las descargas en Internet.

Y llegó el botón de grabación

Prácticamente olvidadas ya las cintas VHS, uno de los principales inconvenientes que los consumidores veían en estos reproductores DVD era precisamente esto: que sólo eran reproductores. La necesidad de grabar los contenidos de la televisión para visionarlos en otro momento obligaba a los usuarios a continuar utilizando, aunque muy de cuando en cuando, su viejo vídeo VHS. Por lo tanto, esto se convertía en una lacra para todos, ya que pasar de la calidad digital de las películas DVD a la visualización de películas en cinta era una mala experiencia. Es el momento en que los reproductores DVD pasa a incorporar el botón de grabación y “adiós al VHS”.

Los primeros modelos tan sólo incorporaban la posibilidad de grabar en discos vírgenes que eran exclusivos de la marca. Es decir, que un disco grabado en un grabador DVD de una marca no tenía por qué ser compatible con otra. Ya era posible grabar, pero seguía siendo algo limitado y con escasas posibilidades, sobre todo debido a la incompatibilidad de los formatos.

RE: La evolución del DVD

El disco duro
La incorporación de un disco duro a estos grabadores parecía ser la solución y comenzaron a aparecer los modelos que lo integraban. Primero de 40 ó 60 GB, para incorporar hoy 250 y 300 GB, estos grabadores parecen haber conseguido resultar verdaderamente los dispositivos sustitutos del viejo vídeo VHS. Pero su complejidad crece de forma paralela a sus prestaciones y poco a poco comienzan a abandonar la simplicidad que todos los compradores buscan en un dispositivo cuya utilidad se centra principalmente en ver o grabar películas. Además, en cuanto a conexiones, la mayoría de los equipos que encontramos hoy en el mercado incorporan todas o la mayoría de estas conexiones: vídeo compuesto, sonido coaxial, sonido analógico, HDMI, S-Vídeo, vídeo por componentes, sonido óptico, estéreo analógico y el consabido SCART. Y parece que los fabricantes, lejos de perseguir fabricar dispositivos sencillos, buscan coronar la cima de las prestaciones avanzadas.

Media Center
Aunque parece un término acuñado por Microsoft, lo cierto es que Media Center no quiere decir más que Centro Multimedia; es decir, un dispositivo que reúne las características necesarias para centralizar el ocio digital en el hogar. Lo que se le exige a estos dispositivos es que ofrezcan características avanzadas comunes tanto en el terreno de la informática como en el del ocio multimedia. De este modo, un Media Center tiene que ser un completo DVD grabador que permita su conexión con el ordenador a través de una red de datos, bien por cable o de forma inalámbrica.

Los dispositivos informáticos evolucionan a un ritmo diferente que la tecnología audiovisual en el hogar. Prueba de ello es que, con la llegada del DVD, la posibilidad de realizar grabaciones en este formato se popularizó rápidamente en los ordenadores y tardó mucho tiempo en llegar al salón. Además, la música en formato MP3 lleva más de diez años sonando en los ordenadores, mientras que su compatibilidad en cadenas Hi-Fi o en reproductores DVD ha tardado más tiempo en llegar. Lo mismo ha ocurrido con el formato de vídeo DivX. Popular en los ordenadores, sólo hace poco más de un año que hemos comenzado a descubrir en el mercado dispositivos compatibles con este formato de vídeo comprimido. Parece que la vinculación por parte de los principales fabricantes de dispositivos de gama marrón con las productoras de cine o las discográficas tiene mucho que ver con este “retraso”. De este modo, el MP3 ha tardado en llegar a los reproductores de DVD y el formato DivX aún no lo encontramos en la mayoría de los dispositivos que se consideran “de marca”. Todos estos nuevos formatos de contenidos tienen en el ordenador su dispositivo de referencia y por ello es necesario que el principal dispositivo multimedia del salón tenga no sólo compatibilidad con los mismos, si no también conectividad con el ordenador. Es el principal argumento por el que aparecen en el mercado los Media Center.

Cuestión de conectividad
Aunque en muchos hogares empiezan a verse ordenadores de formato compacto que acompañan al televisor en el salón, lo cierto es que la mayor parte de las familias tienen el ordenador en otra habitación. De este modo, la mayoría de los contenidos digitales que se almacenan en los hogares lo hacen en el disco duro del ordenador.

En cuanto los reproductores DVD comenzaron a ser compatibles con este tipo de archivos, la única posibilidad que los usuarios tenían de reproducirlos en estos dispositivos era grabándolos en un disco en el ordenador y llevándolo hasta el reproductor. Por ello, con la popularización de los discos duros externos USB, los reproductores han pasado a integrar puertos compatibles, para que de una forma más directa los usuarios puedan almacenar los archivos en estos discos y conectarlos al reproductor DVD, para reproducir los contenidos audiovisuales.

Procurando hacer esta comunicación aún más directa, los fabricantes han ido desarrollando diferentes soluciones para conectar el ordenador y el reproductor DVD, dando forma, poco a poco, al concepto Media Center. Hoy ya ha disponible múltiples reproductores y grabadores DVD que se conectan al ordenador de forma directa a través de una red de datos, siendo esta conexión en muchos dispositivos completamente inalámbrica. Esta posibilidad ha convertido a los reproductores DVD en auténticos terminales informáticos capaces incluso de conectarse a Internet para descargar programaciones de los canales y otras funciones.

Los nuevos formatos de vídeo
2007 será un año clave para el vídeo digital. Con poco más de diez años en el mercado, parece que al DVD ya le ha surgido un formato que le sustituirá pronto. HD DVD y Blu-ray son los dos nuevos formatos de vídeo digital que pugnan por convertirse en el estándar. Esta vez Toshiba y Sony buscan encabezar la revolución audiovisual de los próximos años, y ninguno parece tenerlas todas consigo para conseguirlo. Quizás al DVD sólo le quedan unos pocos años de reinado… Pero esto ya es otra historia.